¿Nacen flores en mi dedo? – La filosofía lúdica y la razón poética

DESTACADA ANGELICA BEBE POR NEUS BRUGUERA
Angélica bebé, por Neus Bruguera

La historia que voy a narrar me ha recordado esta foto de mi fase de bebe, que fue trabajada estéticamente por la artista visual Neus Bruguera con dibujos y caligrafía japonesa. Las flores presentes en la imagen me recordaron mi encuentro con Iago (4 años) y su idea poética sobre mis dedos y mis anillos. Desde esta mirada y sonrisa de la primera infancia, me pongo frente a los niños y las niñas y escucho dejándome tocar por su manera de ver el mundo.

Este encuentro ocurrió en una experiencia vivida con criaturas de 4 años del CEIP Emilia Pardo Bazán (La Coruña). Desde 2016, me gusta acompañar a la maestra Mar Santiago Arca que realiza el proyecto Jardín de Juanita propuesto en el libro Ciudadanía creativa en el Jardín de Juanita . Con sus criaturas, de forma sistematizada, incansable y concienzuda, ella conduce magistralmente los diálogos filosóficos en la naturaleza. Para mi es un placer escuchar la voz de la infancia que siempre me ha generado diferentes tipos de reflexión. 

foto 2 de camino al jardin de juanita
Camino al jardín de Juanita

¿Nacen flores en mi dedo? 

He preguntado a Iago después que él me afirmó sin dudar que sí, que nacían flores en mis dedos. A partir de ahí surgieron unas ideas muy interesantes. Pero, voy a empezar del comienzo… Íbamos de camino a su Jardín de Juanita y normalmente lo hacen en parejas, de manos dadas, porque son muy pequeños y el jardín está lejos… Yo me puse al final de la cola y cuando me di cuenta tenía dos manos que me tocaban para que yo no fuera sola. Una de estas manos era de Iago, que se puso muy intrigado con un anillo que estaba en mi dedo anular. Lo miró, lo tocó y concluyó: 

  • ¡Nacen flores en tus dedos!

Sorprendida le devolví la afirmación en forma de pregunta. Él contestó afirmando nuevamente, sin dudar de su idea. A partir de ahí cambié la pregunta: 

  • ¿Cómo puede ser que nazcan flores en mis dedos? Él lo tenía claro:
  •  Es que dentro de ti existen muchas semillas y por esto puedes florecer

Claro que esta respuesta me dejó en silencio, porque es una metáfora de algo que pasa conmigo literalmente. Todo lo que escribo y que creo son como semillas hasta que florezcan en el mundo. Y esto no pasa sólo conmigo, sino con todos los que crean. Además, los humanos tenemos las “semillas” (óvulos y espermatozoides) que hacen que la vida siga viva… Ya decía la filósofa Hannah Arendt en su libro La condición humana: “Los humanos, aunque han de morir, no han nacido para eso sino para comenzar.”
¡Cuanta verdad en las palabras de Iago!, que no paró con sus poéticas hipótesis:

  • Además, debes de tener dentro de ti tierra y agua, porque claro, para florecer ellas hacen faltan.

Inevitable para mi fue pensar en el origen de la palabra humano: aquél que viene del humus, que significa tierra, suelo.  Y… claro, una parte importante del cuerpo humano está constituido por agua. Seguramente Iago, desde sus 4 años no sabe de etimología de las palabras y probablemente no tenga el conocimiento científico del cuerpo humano, pero tiene juicios intuitivos, además de su experiencia con jugar a pensar en el Jardín.

La compañera de al lado decidió entrar en la conversación:

  • Pero… ¿y el sol? ¿Ella también tiene un sol dentro de sí?
  • No, su dedo está del lado de fuera y el sol toca su mano.

Frente a esta evidencia, nos quedamos en silencio los tres. No hemos proseguido con la conversa, porque llegamos al jardín y Mar tenía previstas unas lúdicas actividades con lupas y diálogos perceptivos. Pero yo seguí reflexiva, tocada por el placer de jugar a pensar con la infancia, me quedé pensando sobre en la razón poética y en el florecimiento. 

en el jardin
En el jardin

La filosofía lúdica y la razón poética

La filosofía lúdica es uno de mis campos de investigación, de escritura y de actuación. Jugar a pensar y pensar jugando con la infancia es una de las bellezas de mi día-a-día profesional.  

La filosofía lúdica es un movimiento dentro del proyecto internacional Philosophy for children, creado por Matthew Lipman y su colaboradora Ann Margart Sharp. Se recomiendo la lectura del Manifiesto de la filosofía lúdica, que está publicado en el libro Filosofía Mínima .

Razón poética

La razón poética es uno de los conceptos que vengo investigando a lo largo de los años, porque mi apuesta es que la infancia piensa poéticamente. Iago y lo que narramos es un buen ejemplo de esto. Afirma María Zambrano: “La filosofía es una pregunta, la poesía es una respuesta a una pregunta no formulada.” En su libro Filosofía y poesía (1939), María Zambrano recuerda que, a lo largo de la historia de la cultura, los ámbitos presentes en el título, han estado confrontados. Pero, según ella, el pensamiento y la poesía son insuficientes en sí mismos, hace falta unirlos, porque la totalidad del humano no está presente en sólo uno. En la poesía, que es encuentro con el sentir de las cosas y hallazgo con gracia, está el humano concreto, individual.

En la filosofía, que es indagación, admiración y búsqueda metódica, está el humano universal. Unirlas resulta en la razón poética, integradora, mediadora, reconciliadora, experiencial, original y originaria, que va más allá de la razón cartesiana occidental. Es un tipo de pensamiento amalgamador, que penetra el tejido más íntimo de la realidad, sin desgarrarla, y valorando su dimensión experiencial. Cuando escuchamos a las infancias en las propuestas de la filosofía lúdica entendemos que, la razón a ser desarrollada es la poética. 

Florecimiento

Como Iago habló de florecer, me recordó a la filósofa Martha Nussbaum. Ella propone la noción de florecimiento. Para Aristóteles, todos los seres naturales contienen en sí mismos el origen de sus propios cambios y acciones. La naturaleza de los seres vivos se desarrolla si encuentra los recursos para atender a sus necesidades y potencialidades. Nussbaum, que hereda de Amartya Sen, el concepto de capacidades, conecta los dos pensadores en la idea de florecimiento. Los seres vivos se realizarán, cuando sus capacidades sean potencializadas. Dada la multiplicidad de organismos vivos, las capacidades serán variadas y diferentes, lo que conducirá a florecimientos distintos. Así, florecer es la realización de las actividades vitales de manera plena y satisfactoria. ¡Que así sea!

Al final solamente podríamos cerrar el encuentro con un delicioso abrazo amoroso.

Abrazo con la 5